Realizar actividad física regularmente lleva consigno innumerables beneficios para mejorar nuestra calidad de vida, así como para mantener y promover una buena salud en general.
¿La salud oral está relacionada con el deporte?
Actualmente en las diferentes áreas de la salud se busca considerar al individuo de una forma más integral, buscando su bienestar físico, mental y social. Los estudios actuales muestran que la salud oral no solo está relacionada con la actividad física, sino que es fundamental para la salud del individuo.
Diferentes situaciones pueden causar alteraciones en el equilibrio del ecosistema oral, afectando la salud oral del atleta: la alimentación, la frecuencia y el tiempo de entrenamiento, condiciones climáticas y situaciones de estrés tanto físico como psicológico son algunos ejemplos.
Por otro lado una salud oral deficiente puede incidir directamente sobre las prestaciones físicas del deportista. Un ejemplo fácil de entender es cuando se tiene dolor por una enfermedad oral (por ejemplo por una caries) que afecta directamente al no permitir una buena alimentación o impide tener un sueño de calidad. A un nivel más amplio las enfermedades orales producen efectos negativos también por la inflamación sistémica que producen y el impacto psicosocial en la persona.
Cuidados especiales para los deportistas
Alimentación
Existe una tendencia entre los deportistas a consumir barras proteicas o bebidas energéticas durante los entrenamientos. Estos alimentos contienen grandes cantidades de azúcar que favorecen el desarrollo de un ambiente óptimo para la actividad de bacterias cariogénicas. Se aconseja no abusar de estos alimentos y de cepillarse los dientes 30 minutos después de consumir comidas o bebidas ácidas o azucaradas, utilizando una pasta de dientes que contenga 1450 ppm de fluoruro para tener una acción réminerálizante sobre los dientes y rebalancear el pH salival.
También se recomienda que si se van a consumir bebidas energéticas, consumir la misma cantidad de agua para mitigar los efectos negativos. Por ejemplo si se toma una botella de bebida energética, tomar otra botella de agua después.
Hidratación
Una actividad física intensa produce una disminución en el flujo de saliva y la reducción en la secreción se inmunoglobulinas salivales, lo que comporta una disminución en las defensas, dejando a la persona más susceptible a infecciones de la cavidad oral y de la vía aérea superior.
Durante la actividad aeróbica ocurre una alcalinización del pH salival y la saliva se enriquece de calcio. Este mineral en exceso se deposita sobre los dientes favoreciente el acumulo de cálculo o sarro. Por otro lado, una actividad física anaeróbica produce un pH oral más acido favoreciendo el desarrollo de microorganismos que producen caries.
Por lo tanto, un consumo de agua adecuado durante el entrenamiento tendrá una doble función benéfica. Por un lado permite la rehidratación del cuerpo y por otro incrementa la producción de saliva la cual limpia las superficies de dientes y encías, remineraliza el esmalte tracias a su efecto tampón regulando del pH e inhibe la actividad de bacterias y microorganismos.
La Piscina y el cloro
En las piscinas se usan grandes cantidades de cloro con el fin de eliminar las bacterias que podrían proliferar. Sin embargo estas altas concentraciones podrían causar cambios en la coloración de los dientes (discromías dentales) y erosión del esmalte dental que podría a largo plazo causar sensibilidad dental.
Deportes de contacto y riesgo de trauma
Los deportes que implican contacto físico tienen un alto riesgo de sufrir un trauma dental y a estructuras asociadas. De hecho una gran cantidad de los casos de emergencias relacionadas a trauma dental tienen relación con algún evento durante la actividad deportiva.
La prevención es la mejor cura en la salud oral, por lo que en los deportes de contacto es recomendable siempre utilizar un protector bucal independientemente de si se practica el deporte a nivel profesional o recreacional con el fin de salvaguardar la integridad de dientes, maxila, mandíbula y articulaciones; así como el uso de protecciones extraorales (como cascos )en algunos deportes específicos.
La mayoría de deportistas que utilizan un protector bucal utilizan uno no personalizado que se puede adquirir en tiendas de artículos deportivos. Sin embargo es preferible utilizar un protector individualizado que se realiza directamente sobre una copia de la boca del paciente, el cual brinda mayor comodidad y protección para el deportista.
Requerimiento de mucho esfuerzo
Cuando se realiza un esfuerzo de muy alta intensidad existe la tendencia a descargar la tensión cerrando muy fuerte la boca. En estos casos los dientes se encuentran expuestos a mayor roce y desgaste, siendo esta una situación frecuente para algunos atletas.
Esta costumbre, además, tiende a sobrecargar los músculos de la masticación causando a largo plazo dolor e a nivel de la sien y frente al oído y posibles cambios en la mordida. En estos casos se podría considerar el uso de una férula oclusal tras una evaluación odontológica.
Deporte, salud oral y salud general
La salud oral y la actividad física están entonces relacionadas entre ellas. Por lo tanto es importante para el deportista mantener una buena higiene oral, citas periódicas de control con el dentista, una buena alimentación tanto para mantener una buena sonrisa así como para el bienestar y la salud en general.
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