¿Qué incluye una consulta odontológica general?

La consulta odontológica general es mucho más que una simple revisión rápida de los dientes. Es el primer paso para conocer en profundidad el estado de tu salud bucal, detectar posibles problemas a tiempo y, sobre todo, prevenir complicaciones futuras.
Muchas personas postergan su visita al dentista por miedo, desinformación o porque “no sienten nada”, pero la verdad es que una evaluación periódica puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complejo más adelante.

A continuación, te cuento qué podés esperar en una consulta general y por qué es tan importante.


1. Entrevista inicial: hablamos sobre vos

La atención comienza con una conversación. Durante esta entrevista, te hago preguntas sobre tu estado general de salud, antecedentes médicos, tratamientos previos y si tenés alguna molestia actual, ya sea dolor, sensibilidad o sangrado de encías.

También me interesa saber tus hábitos: ¿usás hilo dental?, ¿fumás?, ¿consumís muchos azúcares?, ¿sentís que apretás los dientes? Todos estos detalles me ayudan a entender tu situación de forma integral.

2. Evaluación clínica: una mirada detallada

Después de la entrevista, paso a la revisión de toda tu boca. Observo el estado de cada uno de tus dientes, las encías, la lengua y los tejidos blandos.
Busco signos de caries, fracturas, desgaste, inflamación, sangrado, movilidad, acumulación de sarro o cualquier otra alteración. También evalúo tu mordida y posibles signos de bruxismo o tensión muscular.

Es una exploración completa que me permite tener un diagnóstico clínico inicial.

3. Fotografías intraorales: lo ves con tus propios ojos

Una parte muy valiosa de la consulta es la toma de fotografías intraorales. Estas imágenes me permiten mostrarte exactamente lo que veo en tu boca: si hay caries, desgaste, sarro, inflamación u otros hallazgos.

Ver tu propia condición bucal en imágenes facilita mucho la comprensión del diagnóstico y te permite tomar decisiones informadas sobre tu salud. Además, estas fotografías quedan registradas para hacer seguimiento en futuras visitas y comparar el progreso.

4. Radiografías: lo que no se ve a simple vista

Cuando es necesario, también se toman radiografías dentales. Son fundamentales para detectar caries entre los dientes, evaluar el estado de las raíces, ver si hay infecciones ocultas o problemas en los huesos.

No siempre se requieren, pero en muchos casos complementan el diagnóstico clínico y permiten una evaluación mucho más precisa.

5. Recomendaciones personalizadas de higiene oral

Cada paciente es diferente, y por eso, después de la evaluación, te doy consejos adaptados a tu situación.
Puede ser una mejor técnica de cepillado, el uso de hilo dental, enjuagues específicos o productos según tu riesgo de caries o sensibilidad.

La idea es que te lleves información útil y clara para mejorar tu cuidado diario.

6. Plan de tratamiento (si se necesita)

Si hay algo que tratar, te lo explico con calma: qué procedimiento se necesita, por qué es importante, cuántas citas implica y cómo lo vamos a planificar. También hablamos de opciones, cuidados posteriores y resolvemos todas las dudas que tengas.

Mi objetivo es que te sientas cómodo, informado y acompañado en cada paso.


¿Cada cuánto debería hacerme una consulta?

Lo recomendable es asistir al odontólogo cada 6 meses, aunque esto puede variar según tu salud bucal. Algunas personas requieren controles más frecuentes, especialmente si tienen tratamientos en curso, antecedentes de enfermedad periodontal o alto riesgo de caries.


Una consulta es más que una revisión

Es una oportunidad para conocerte, generar confianza y trabajar juntos por tu bienestar.
No esperes a tener dolor para cuidar tu boca: cuanto antes detectamos un problema, más simple (y económico) suele ser resolverlo.

📲 Si querés agendar tu cita, podés escribirme al 8877-9229.
Estoy para ayudarte a cuidar tu sonrisa con profesionalismo, tecnología moderna y un trato humano.

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