Generalidades
La alveolitis es una inflamación dolor que puede ocurrir posterior a una extracción dental. Si bien es la complicación más frecuente después de una extracción dental, apenas tiene una incidencia entre el 1 y el 5%.
A pesar de ver un evento relativamente poco común puede causar una considerable molestia en el paciente y requerir de una intervención médica.
¿Qué es la alveolitis?
La alveolitis es una complicación que se puede desarrollar posterior a la extracción de un diente. Normalmente posterior a una exodoncia, se forma un coágulo dentro del alveolo, el espacio en el hueso que queda posterior a la extracción. Este tiene un rol muy importante en el proceso de cicatrización y sanado, protegiendo el área de agentes patógenos y favoreciendo la regeneración de los tejidos.
Sin embargo, cuando ocurre una alveolitis, el coágulo se disuelve prematuramente o es removido, dejando el hueso y sus terminaciones nerviosas descubiertos, exponiéndolos al ambiente oral y provocando una sensación dolorosa.
Causas y factores de riesgo
No existe una causa especifica para desarrollar una alvolits ya que se ha visto que es un proceso multifactorial.
Existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esa condición. El más estudiado es el habito de fumar y se ha visto que este aumenta la incidencia de alveolitis probablemente debido a que la nicotina produce isquemia de los tejidos.
Otras posibles causas son las infecciones, trauma quirúrgico, fibrinolisis precoz del coágulo, uso de anticonceptivos orales, uso de vasoconstrictores. Además pueden influir en el desarrollo de esta condición una mala higiene oral, presencia de enfermedad periodontal, enjuagues demasiado energéticos que laven el coágulo, historia previa de alveolitis.
Síntomas
La alveolitis se manifiesta por lo general entre los 2 y los 4 días de la extracción dental. La sintomatología típica es un dolor intenso y pulsátil que se puede irradiar hacia el oído o la maxila, mal aliento, dolor de cabeza y agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello.
El alveolo aparece vacío y grisáceo, puede estar lleno de restos de comida. Raramente puede presentar una secreción purulenta cuando existe una infección secundaria.
Diagnóstico
En caso de sospecha de un alveolitis siempre es importante consultar con un dentista o un cirujano oral.
El diagnóstico se realiza con base a la historia clínica del paciente y el aspecto del alveolo. En algunos casos puede ser necesario tomar radiografías para poder excluir otras posibles complicaciones.
Tratamiento
La alveolitis no es una complicación grave, pero sí es particularmente molesta para el paciente y la exposición del alveolo retrasa el sanado.
No tiendo una causa específica para la condición, el tratamiento es orientado al control del dolor, promover la cicatrización y prevenir la infección.
Usualmente se realiza un lavado del alveolo para remover restos de comida o coágulo dañado.
Posteriormente podría ser aplicado un medicamento dentro del alveolo para controlar el dolor y la inflamación. A veces se recomienda el uso de antisépticos (por ejemplo enjuagues de clorhexidina) y de antiinflamatorios sistémicos. En caso de presentar infección el dentista podría indicar el uso de un antibiótico.
Al mismo tiempo se recomienda mantener una muy buena higiene oral y realizar controles hasta haber llegado a un sanado completo del la zona.
Prevención
Si bien la alveolitis no se puede prevenir en un 100%, existen medidas que pueden reducir el riesgo de desarrollar esta condición. Seguir meticulosamente las instrucciones del dentista después de una extracción dental es fundamental. No se deben realizar enjuagues demasiado rigurosos, fumar, o tomar líquidos con una pajilla en los primeros días después de una extracción. Ademas se debe mantener una buena higiene oral cepillando la zona con extremo cuidado y usando hilo dental diariamente.
Conclusiones
La alveolitis en una complicación dolorosa que puede ocurrir después de una exodoncia, pero con un correcto diagnostico y tratamiento se puede manejar con éxito. Es importante prestar atención a los síntomas y referir al dentista o al cirujano posibles indicios de una alveolitis. Seguir las instrucciones post-operatorias puede reducir el riesgo de desarrollar esta condición. La salud oral es importante, por lo que no hay que subestimar cualquier señal de malestar después de una extracción y siempre consultar a un profesional calificado.